en 2012 realizamos

Por primera vez en 2012, Fundación Crear fue la institución anfitriona de la Asamblea Anual de la Liga Iberoamericana de Organizaciones de la Sociedad Civil, recibiendo en nuestra sede a representantes de organizaciones de toda Iberoamerica.

A través de la V edición del Foro “Haciendo Política Juntos”  pudimos intercambiar experiencias y discutir propuestas bajo el lema “Los jóvenes construyen ciudadanía: acciones de promoción de Derechos para la prevención de la violencia”.

Aquí compartimos los relatos de Xiomara Rivas, Miquel Cortés y Lourdes Farías, integrantes del panel: “La experiencia  de las organizaciones de la sociedad civil en el desarrollo de acciones de prevención de violencia desde la perspectiva de Derechos"

Xiomara Rivas, Directora Ejecutiva  de Fundación Salvadoreña para la Promoción Social y el Desarrollo Económico (FUNSALPRODESE), presentó el trabajo que su organización realiza en El Salvador bajo el título  “Juventudes: factor de riesgo o sujetos de Derecho”.

FUNSALPRODESE es una institución que nació en 1986, en un contexto de  guerra, por iniciativa de movimientos sociales para coordinar acciones para la defensa de los derechos de organización, participación y expresión a favor  del desarrollo del país. Fue fundada por movimientos de mujeres, sindicatos estatales y privados, comunidades cristianas y movimientos campesinos.  A partir de los Acuerdos de Paz,  trabajamos sobre la organización de hombres y mujeres combatientes y, posteriormente,  el trabajo se enfocó en la reconstrucción social junto a los exiliados que habían dejado el país en época de guerra. Desde la década del ´90 la fundación trabaja iniciativas de  desarrollo local para comunidades rurales y urbanas, para fortalecer la sociedad civil y construir un desarrollo más participativo, justo y equitativo del país.

  • Juventud:

    En ese contexto, uno de los ejes temáticos de la organización es el trabajo con Juventud,  fuertemente atravesado por el fenómeno de las maras. En El Salvador, donde dos tercios de la población tiene menos de treinta años, y el 28% tiene entre 15 y 29 años, se vuelve fundamental en trabajo socioeducativo enfocado en los jóvenes. Según el gobierno actual, 6 de cada 10 niños menores de 14 años viven en situación de extrema pobreza.Otro dato importante dentro de este contexto es que el 32% de los jóvenes entre 10 y 24 años se encuentra trabajando: la mayoría de los hombres se dedica al trabajo en oficios o a la agricultura y, en menor medida, trabajan como empleados en rubros de servicios; mientras que en el caso de las mujeres, la mayoría son empleadas o se dedican al trabajo doméstico y una minoría es comerciante en pequeños emprendimientos informales. En estos trabajos, el salario que reciben los jóvenes es muy bajo a la vez que muestra una desigualdad entre hombres y mujeres. Entre el 68% de los jóvenes que no trabajan, sólo la mitad estudia, llegando, en promedio, a terminar sólo el 6to  grado. 

  •  Situación de violencia:

    En relación a la situación de violencia que caracteriza a la región, en El Salvador, según datos oficiales de la Policía, se registran más de 20000 integrantes de pandillas. De esta cifra, muy pocos son adultos siendo que la mayoría no pasa de los 30 años. Otra curiosidad del país es que oficialmente, a partir de marzo de este año ha disminuido notablemente el número de asesinatos diarios, siendo que históricamente El Salvador ha sido reconocido como una de los países más violentos del mundo, con un número de asesinatos rutinarios que llegó a 15 muertos, superando el promedio de los países árabes.  Esta situación se dio a partir de un acuerdo conocido como “El Pacto”, en el que intervino la Iglesia Ccatólica y Acción Social para lograr una conciliación entre las pandillas que han decidido respetar la población civil y disminuir los asesinatos. A través de este acuerdo se pasó de 1218 muertos diarios a 4 muertos diarios desde marzo de este año. Sin embargo, quedan muchas dudas acerca de esta situación y se dice extraoficialmente que la cifra ha aumentado; información que la Policía no quiere admitir. Esto está relacionado con la proliferación de cementerios clandestinos.

    Otro dato curioso en relación a la violencia en El Salvador tiene que ver con los femenicidios, que han disminuido con respecto a las cifras del año pasado. En el primer semestre de este año se registraron 231, mientras que en el mismo periodo del año anterior los femenicidios llegaron a 349. Está disminución está vinculada al acuerdo entre los pandilleros, ya que la principal causa de femenicidios se debe a que las mujeres, desde muy pequeñas, son tomadas como una posesión por los mareros y no pueden dejarlos e irse porque si lo hacen son ajusticiadas con la muerte. Si bien esta situación disminuyó desde "El Pacto”, hay muy pocos datos oficiales. 

  • ¿Cómo se vive desde la juventud?

    En ese contexto, las juventudes sufren una fuerte exclusión social, principalmente  en los espacios de participación y toma de decisiones; los jóvenes son criminalizados en sí mismos, con abusos por parte de la Policía para registrarlos por el sólo hecho de estar en una zona considerada de alto riesgo. También por la condición de ser jóvenes automáticamente se asume que puede ser un ladrón o un marero. Ahora, con los planes que implementaron los gobiernos neoliberales de Centroamérica de “mano dura” y “súper mano dura”, la forma de reconocer a los mareros cambió mucho y la identificación ya no pasa por los tatuajes, sino que los mareros actuales se reconocen por la marca de las zapatos, la  marca de las camisas, el estilo de peinados y una serie de  leguajes que se han ido estableciendo para no ser identificados como maras.

    Hay una discriminación muy fuerte, también, por el origen, de modo tal que vivir en algunos municipios del país o en algunos barrios es motivo suficiente para no conseguir trabajo, ya que se asume que todo joven que vive ahí es marero. Durante los últimos dos gobiernos anteriores hubo una fuerte represión sistemática hacia esos sectores y, en lugar de implementar programas específicos,  lo que se hizo fue establecen planes que luego no se operativizaron.

  • Nuevo marco jurídico:

    Ahora, con el actual gobierno, hay una diferencia importante ya que rige un nuevo marco jurídico. Durante mucho tiempo las organizaciones civiles hemos trabajado por el establecimiento de leyes específicas que atendieran a esta población, para poder lograr que sean sujeto de derechos y no un factor de riesgo en sí mismo ni víctima de represión. En ese sentido, es muy importante para nosotros que a partir del año 2010, y luego de diez años de tratamiento, entró en vigencia la Ley de Protección Integral de la Niñez y  Adolescencia, conocida como ley LEPINA, que regula todo el sistema de Derechos.

    Posteriormente, en abril de 2011 fue aprobada la Política Nacional de Juventud, una construcción que estuvo a cargo  de la Dirección Nacional de Juventud, departamento estatal que antes no existía y que fue creado por el actual gobierno. Ésta realizó una consulta nacional popular bastante participativa para establecer políticas específicas para los jóvenes. Ante la imposibilidad de lanzar la ley, el gobierno decidió lanzar primero la política.

    Finalmente, en febrero de este año entró en vigencia la Ley Nacional de Juventud y con ella tuvimos el nacimiento del Instituto Nacional de la Juventud (INJUVE). Antes, los gobiernos de derecha tenían la Secretaría de la Juventud en la que sólo participaba la juventud de su partido. Esta Secretaría estaba unificada con el Consejo de Seguridad  Ciudadana, asumiendo automáticamente que el único factor de inseguridad del país son los jóvenes. Con la ley LEPINA desaparece ese Consejo y se crea el INJUVE con funciones de restitución de Derechos. 

    Más recientemente se ha aprobado también la Ley de “primer empleo”, que busca regular la posibilidad de   de generar un empleo en condiciones de dignidad o no tan flexible.

  • ¿Qué hace FUNSALPRODESE?

    Uno de  nuestros objetivos estratégicos es promover los espacios para el desarrollo integral de niñas, niños y adolescentes varones y mujeres, al mismo tiempo que estimular el interés familiar y comunitario de comprometerse con el desarrollo local. Para FUNSALRPRODECE las y los jóvenes son parte del desarrollo, son un actor más en la comunidad. Nosotros pretendemos llevar a la práctica ese Desarrollo Integral a través de una estrategia que tiene cuatro grandes etapas: 

    Una primera etapa que contempla la niñez; trabajamos con Centros de Desarrollo Infantil que hemos establecido en distintos municipios para generar espacios educativos en donde no hay acceso a la educación básica o el acceso es limitado. En las comunidades que están a las orillas de la ciudad hay una fuerte costumbre a que, al no trabajar, las mujeres se quedan con los niños en sus casas, y  muchas veces no están preparadas para estimular tempranamente las capacidades en los niños. Nosotros buscamos, en coordinación con la Municipalidad, generar espacios alternativos. Tenemos experiencias muy interesantes en las que hemos trabajado en comunidades con fuerte presencia de maras, en donde hemos llegado a acuerdos con las pandillas para el establecimiento de los espacios y el respeto de los mismos.

    Otra etapa de la estrategia incluye el trabajo por la inserción socio laboral. Para ellos hemos diseñado el proyecto “Ruta Joven” y los proyectos de Emprendedurismos Juveniles, que buscan generar alternativas de empleo y autoempleo principalmente en la ciudad.

    Finalmente, el desarrollo integral contempla la etapa de Formación Técnica Vocacional. Para ello FUNSALPRODECE tiene varios Centros de Formación Profesional que trabajan con carreras técnicas y que pretende unir esa formación con las estrategias de inserción laboral.

  • ¿Qué es Ruta Joven? 

  • Básicamente Ruta Joven intenta ofrecer un servicio municipal que tenga espacios de formación y educación, que se complemente con otras instancias de formación flexibles que hay ahora en el país, con un acompañamiento personal de confianza que hacemos en las escuelas de orientación familiar; trabajamos también la intermediación laboral a través del entrenamiento que ayuda a los jóvenes a prepararse para ir a una entrevista, preparar una solicitud, etcétera. Y, por último, un factor indispensable es la organización juvenil, porque la organización en el país es muy difícil  después de tantos años de cultura de la guerra en la que estar organizado era sinónimo de ser subversivo. Nosotros intentamos promover la capacidad de organizarse para la participación y trabajamos por la incorporación de todos los actores de la comunidad.

  • Nuestra Apuesta:

    “Nuestra apuesta es asumir que las juventudes no son en si mismas un factor de riesgo sino sujetos de Derechos que requieren de espacios en los que puedan expresarse y tener oportunidades que en las comunidades marginadas no tienen.

    Nuestra apuesta es decir que ellos son parte del desarrollo, que son capaces de participar y tomar decisiones y sobre todo, que son capaces de generar políticas públicas, decidir y proponer qué programas quieren para su beneficio”

FE Y ALEGRÍA: Hay una versión pesimista: jóvenes en riesgo, delincuencia, criminalización. Esta viene siendo  la postura de los gobiernos  de Centroamérica  y nosotros, desde Fe y Alegría,  queremos darle un giro a esa perspectiva y ver el riesgo como una oportunidad. Tenemos que ver cómo, desde la creatividad, generamos propuestas socioeducativas para esos jóvenes.

  • ¿Qué son las Maras?

    Las maras son agrupaciones juveniles estables que cuentan con una fuerte identidad grupal construida a partir de la participación en actos violentos y/o delictivos, y que ofrecen unos patrones de identificación a sus miembros que les permiten organizar toda su vida cotidiana. No es un pandillismo común; tiene fuertes rasgos de identidad, de pertenencia, de cohesión.

    El origen de las maras se remonta a los Estados Unidos,  donde fueron constituidas principalmente por chicanos y mexicanos,  sumándose en la década de los 70 y 80 los centroamericanos inmigrantes. Surgen en Los Ángeles, California, y adquieren dos denominaciones: la “Mara 18” y  la “Salvatrucha” o “MS-13”.

    La principal causa, básicamente, es la ausencia del Estado. Muchas veces, en estos países centroamericanos, y sobretodo en estas zonas donde se concentra este tipo de agrupaciones, el Estado está ausente. Otras causas evidentes son la pobreza, la represión, la injusticia que impera, los conflictos armados internos  y  los largos años de guerra civil. En el caso de El Salvador y Guatemala se ha firmado la paz en los años en 1992 y 1996 respectivamente, lo cual es relativamente reciente. También influye el tema de las migraciones: Guatemala tiene 14 millones de habitantes de los cuales un millón y medio reside en Estados Unidos y son rutinarias las deportaciones.

  • Las Maras en Centroamérica:

    Las pandillas empezaron como grupos juveniles y han alcanzado dimensiones trasnacionales. Actualmente la “Salvatrucha” y  “Mara 18” tienen sus coordinaciones en varios países. Asimismo, la edad de los pandilleros dentro de las maras ha ido creciendo; hay pandilleros de 30 años. Se está convirtiendo en una forma de vida ser marero y, además, es muy difícil salirse de la mara. La rehabilitación de un marero es muy costosa desde todos los aspectos. Incluso los que logran salir de la mara corren el riesgo de ser asesinados. Otra alternativa es salir del país porque los mismos pandilleros buscan venganza sobre los desertores.

    Asimismo, las pandillas han alcanzado mayor movilidad territorial, moviéndose progresivamente en lo que se conoce como el triángulo de la muerte, que está integrado por Honduras, El Salvador y Guatemala. Estamos registrando entre 15 y 20 muertos diarios en la región, siendo Honduras el país más violento. Por eso Honduras tiene el mayor número de personas pobres que emigran hacia el norte. Hace poco visité lugares de tránsito en México donde había muchos hondureños y cuando les pregunté porqué salen de su país me respondieron que se van para buscar condiciones de vida mejores. Lamentablemente, muchas de esas personas luego son asesinadas en México.

    También ha aumentado  la repatriación de pandilleros de Estados Unidos, por deportaciones. Este año, por ejemplo, han sido deportados 30mil guatemaltecos. La mayoría de los deportados son menores de 25 años, entre los cuales hay muchos niños.

    Hay alianzas entre pandillas estadounidenses y centroamericanas, con organización financiera. Así como se envían remesas a los familiares de los inmigrantes, también se envían remesas a los pandilleros.

    Las pandillas trasnacionales se organizan con fines criminales y su tamaño varía entre 50 a 200 pandilleros, prevaleciendo hombres y pocas mujeres. Curiosamente, en el caso guatemalteco, muchos hombres están encarcelados, por lo cual se da una utilización de  mujeres y niños para que operen en las calles tanto en las extorsiones como en la ejecución de crímenes. En los casos de asesinatos prevalece la utilización de niños porque, si los atrapan, tienen menor pena.

    Las maras están  vinculadas al tráfico de drogas, de armas y personas, a robos, secuestros, extorsiones, proxenetismo y asesinatos. Es una cultura del terror que se ha instalado en los barrios. La mayoría de las víctimas de las extorsiones y asesinatos son de sectores populares; la alta sociedad está súper protegida y no conoce esta realidad. Hay muchos casos de choferes de buses o moto-taxis que deben pagar la cuota a los mareros, incluso los maestros de muestras escuelas de Fe y Alegría que son extorsionados para poder llegar.

    Las pandillas son un fenómeno urbano marginales ya que no de da en las zonas rurales y actualmente involucra a más de 70,000  miembros.

  • La identidad de los mareros:

    Las pandillas manejan fuertes códigos de identidad, marcada principalmente por la simbología de los tatuajes. Son una nueva cultura con ritos y símbolos que le dan identidad grupal. El joven necesita sentir que pertenece a un grupo y la pandilla de la identidad. Incluso para muchos chicos que tienen hermanos mayores, la forma de realizar su futuro es siendo pandillero.

    Otra característica importante de los mareros es el dominio del espacio público: ellos controlan el territorio. Hay zonas que son controladas por una u otra mara y, por lo tanto, muchas veces hay enfrentamientos entre ellas.  Es habitual por la noche oír disparos, por ajustes de cuentas entre mareros.  El territorio es un símbolo de identidad y de poder para la pandilla.

    Los pandilleros se reúnen y frecuentan espacios públicos y comúnmente para movilizarse en los barrios utilizan el trasporte público a través de extorsiones a los conductores.

    Las maras se sostienen a través de la extorsión a  la población local. La extorción  está generalizada y es su fuente imperativa de ingreso.

    Otra fuente de ingreso la obtienen a través de actos delictivos, generalmente vinculados al narcotráfico. Esto ha ido ganado terreno en Guatemala como país de tránsito de drogas y las maras muchas veces se alían a los narcotraficantes. También es común que se involucren en el crimen organizado, es decir, el sicariato.

  • Prevención, rehabilitación y reinserción social:

    Ante toda esta situación tenemos que poner esperanza. Lamentablemente las políticas públicas en Guatemala, donde tenemos un General como Presidente cuyo lema de campaña electoral fue “mano dura”, apuntan a militarizar las calles. No es función del Ejército resolver cuestiones de seguridad interna pero, sin embargo, el Ejército está allí. Este año una manifestación fue reprimida y murieron muchos campesinos a manos del Ejército.

    Hay un debate en torno a cuál es la función el Ejército. Un dato importante es que en el presupuesto que aprobó el gobierno de Guatemala para el año 2013  se decidió aumentar un 23% al Ministerio de Defensa, mientras que el presupuesto de Educación aumentó sólo un 13%. Con esta militarización  no se está generando una cultura de paz.

    Fe y Alegría es una institución que está en 19 países de América Latina. En Guatemala tenemos más de 15000 alumnos con 50 sedes educativas. A través de nuestra acción, proponemos la prevención, rehabilitación y reinserción de los jóvenes mediante programas concretos.

  • Programas:

    ESCUELAS ABIERTAS: es un programa que permite tener las escuelas abiertas los fines de semana, romper las puertas físicas de la escuela, salir de lo formal y concebir la escuela como un espacio de desarrollo comunitario. Los niños y jóvenes aprovechan esas áreas de la escuela para desarrollar actividades relacionadas al deporte, la cultura, el arte.

    Nos hemos dado cuenta que cuando la escuela está cerrada es más hostil la relación con los pandilleros. En cambio, cuando abrimos la escuela y permitimos que estos jóvenes puedan entrar a hacer actividades, convertimos el miedo en confianza y eso favorece su integración social.

    ESCUELAS SEGURAS: es un programa que busca que la misma comunidad educativa cuide la escuela. Hay una participación fuerte de los padres y madres de familia en lo que llamamos “cogestión educativa”. En cada escuela hay una asociación de padres con personería jurídica propia que tienen la capacidad de hacer alianzas, manejar recursos y tomar decisiones importantes en los Consejos Escolares. Estos grupos de padres trabajan en coordinación con las Comisarías distritales, aunque muchas veces los puestos de policías están en convivencia con los mareros.

    FORMACIÓN DE VALORES: es un programa que busca, desde el interior de los centros educativos, generar un proceso de educación en ciudadanía, que los jóvenes conozcan sus derechos y que se formen para la convivencia. Buscamos darles  oportunidades de ver un futuro distinto, haciendo de la escuela un lugar de convivencia y celebración.

    ESPACIOS DEPORTIVOS: organizados en las escuelas, apuntan a desarrollar las habilidades físicas para la vida.

    EMPRENDEDURISMO: busca conectar las escuelas con el trabajo, hacer de ellas lugares de tránsito para la especialización laboral, porque si no hay trabajo los jóvenes no tienen futuro y muchos emigran a Estados Unidos con el riesgo de ser deportados o de ser asesinados en el trayecto.

    Buscamos generar productividad y desarrollo desde la Escuela, propiciando microempresas, microcréditos, uso de nuevas tecnologías y, sobre todo, propios proyectos productivos, que aunque sean pequeños como serigrafía o bisutería, permiten  tener un ingreso de dinero.

    PROGRAMAS DE EMPLEO: son fundamentales porque permiten que el joven pueda trabajar media jornada, en distintas prácticas laborales calificadas y pueda seguir estudiando.

    INSERCIÓN LABORAL EN ALIANZA CON EMPRESAS LOCALES: buscamos generar un vínculo ya que hay una desconfianza muy grande desde los empresarios hacia estos jóvenes. Nadie quiere emplear a un joven que esté tatuado.; entonces hay que hacer un trabajo de responsabilidad social empresarial para que vean que son jóvenes que están buscando oportunidades y que no merecen ser juzgados por la imagen.

  • Cohesión social: logro compartido

    La cohesión social es un logro no sólo de la escuela sino de todos los actores sociales que participan en el desarrollo local. Implica que haya más justicia en el país, porque no podemos hablar de cohesión social para los pobres si los ricos hacen lo que quiere. En el caso de Guatemala desde hace años las grandes empresas están ocasionando un grave problema con el tema de la minería y eso va a provocar un conflicto social grande. Entonces debemos ver cómo generar cohesión social desde la escuela, desde los barrios y desde esa participación ciudadana.

  • Raíces y Alas:

    “Solo una Educación Popular con raíces y alas, podrá responder a los desafíos  presentes y venideros. Las raíces es la revalorización de la memoria y los procesos históricos; de las identidades y culturas; de los compromisos originales con los excluidos; del género, la edad y la etnia; de la participación y la ética. Las alas significan la capacidad de renovar e innovar, el asumir las nuevas tareas creativa y audazmente; escapar de dogmas estigmas; y del miedo a volar”.  Raúl Leis. 

  • ¿Qué es Casa Joven?

    Casa Joven es un proyecto de prevención que realizamos en alianza con la Secretaría de Bienestar Social de la presidencia. Comenzó en el año 2010, con un gobierno socialdemócrata y con el actual gobierno, neoliberal y militarista, tuvimos miedo de que se cerrara el proyecto, pero hemos sabido convencer a las autoridades de que la medida de la represión no es el mejor camino para la cohesión social.

    Casa Joven está ubicada en Peronia, un barrio de asentamientos de Guatemala donde residen jóvenes en situación de riego total.

La Lic. María Lourdes Farías, Integrante del área de Participación Ciudadana de Fundación Crear, expuso  el trabajo de nuestra organización en relación a “Formación de agentes juveniles en contextos de pobreza  para el conocimiento y la exigibilidad en el efectivo cumplimiento de derechos ".

Crear desde la Educación Popular es una organización que está cumpliendo 20 años trabajando en sectores populares de la provincia de Buenos Aires mediante acciones de restitución de Derechos, focalizando, en los últimos diez años, en la problemática juvenil. Esto tiene que ver con el incremento de esta población en todo el mundo y con el aumento de la preocupación que estos jóvenes estaban generando en la sociedad.

Nuestras áreas de trabajo están vinculadas, fundamentalmente, la restitución de la palabra, como uno de los derechos más vulnerados en los jóvenes. 

  • Juventud y violencia en Argentina:

    Si bien hay diferencias entre las maras y los barrios de Argentina, todos nos enfrentamos a la misma complejidad de trabajar en contextos de violencia. Más allá de las diferencias, hay lugares comunes que nos hermanan.

    Un dato de nuestro país en relación a la población juvenil con derechos vulnerados  es que, solamente en la provincia de Buenos Aires, el 40% de la población es menor de 4 años, de los cuales casi el 80% está en situación de pobreza.

    La idea de compartir las experiencias del trabajo de las distintas organizaciones iberoamericanas es poder pensar entre todos de qué manera se puede revertir esta situación. Quiero hacer alusión a una frase que dice “no se puede jugar con la ley de conservación de la violencia. Toda la violencia se paga”. Por ejemplo, la violencia estructural ejercida por los mercados financieros en forma de despidos, pérdida de seguridad, se ve equiparada, más tarde o más temprano, en formas de suicidio, crimen, delincuencia, adicción a las drogas, alcoholismo, y otros sinónimos de pequeños y grandes actos de violencia cotidiana. La violencia, en ese sentido, es un concepto mucho más amplio, multicausal que excede el marco de acción de nuestro trabajo.

    Por eso en este encuentro vamos a involucrar al Estado, junto con las organizaciones sociales.

  • Restituir la palabra:

    A los jóvenes, en estos contextos, se las ha quitado la posibilidad de decir, y esto los convierte en jóvenes que no se vinculan específicamente a conflictos con la ley o a  situaciones de delito pero sí que no tienen nada para decir. Entonces se los invisibiliza. Jóvenes de los barrios que viven en los márgenes, que no generan ningún tipo de conflicto para la sociedad, por lo tanto no son preocupantes, pero sí tienen sus derechos básicos como la educación, el trabajo, la salud y la alimentación vulnerados. Esa es una forma de violencia: la invisibilización

    Por otro lado, están los jóvenes que han encontrado una forma de decir en el conflicto con la ley. Para esos jóvenes el Estado ha diseñado políticas punitivas o represivas, pero tampoco están diciendo algo en fusión de sus derechos. La tarea de Fundación Crear, en estos 20 años, ha sido restituir esos derechos a través de la palabra.

  • Mesas de Desarrollo Socioeducativo:

    Nuestra metodología, entendiendo que la violencia es multicausal, lo que intenta es desarrollar un trabajo en red. El trabajo en red en los barrios se logra a través de las mesas de desarrollo socioeducativo. El desarrollo de estas mesas ha variado de acuerdo a los momentos históricos. Hemos tenido momentos con mayores posibilidades de organizarnos y genera acciones y otros en los que sentimos que las cosas no se pueden transformar.

    Las mesas están compuestas por distintos actores relacionados a la defensa de los derechos juveniles  como organizaciones barriales, escuelas, efectores locales, efectores educativos no formales, etc. Según el barrio o la villa de que se trate, esas mesas adquieren su particularidad pero la finalidad de todas es generar acciones para la integración social de los jóvenes. Buscamos generar acciones, planificar estrategias de contención, administrar los recursos que van llegando. Como toda tarea de construcción es una tarea ardua que muchas veces genera dolores, pero también, muchas satisfacciones.

  • Promoción de ciudadanía:

    Otra área en la que intervenimos es la promoción de la ciudadanía. En este sentido, para nosotros, cada joven tiene un rostro,  un nombre y una historia. Los jóvenes se nos aparecen como sujetos. Y uno, cuando los conoce, sabe que muchas veces ellos van a lograr la consecución de sus proyectos vitales y muchas veces no. Por eso la promoción de esos derechos de ciudadanía tiene una  fuerte carga afectiva, que se expresa cuando nos alegramos cada vez que un joven se inserta al mercado de trabajo o cuando logra salir de su situación de conflicto con la ley; pero también tiene momentos de mucha tristeza.

    En las villas del conurbano bonaerense, muchas veces mueren jóvenes con los que trabajamos. Pero nuestra apuesta sigue siendo que los jóvenes son sujetos de Derechos y lo que nos preocupa es que puedan desarrollar proyectos de vida acordes a sus intereses. Por eso es tan importante restituirles la palabra. Los adultos muchas veces creemos saber lo que los jóvenes desean, pero muchas veces no nos acercamos a eso, por eso es importante escucharlos.

  • Escuchar a los jóvenes:

    Otro de nuestros ejes de intervención es la perspectiva de Educación Popular. En este sentido, si bien cada uno de nosotros tiene un saber incorporado, la idea es no colonizar con nuestros saberes ni violentar con nuestras opiniones, sino confiar en lo que los jóvenes van desarrollando.

    En este caso, tenemos la experiencia de los programas de restitución de Derechos, que para nosotros fueron de gran aprendizaje. Cuando realizamos los programas de formación de agente juveniles en contextos de pobreza en diversos territorios, trabajamos con la Carta Iberoamericana de la Juventud que es desconocida en general por los jóvenes y que expresa un abanico muy amplio de derechos, más allá de los reconocidos por la Declaración de los Derechos Humanos.

    En los talleres de trabajo, a través del análisis de la Carta, los jóvenes seleccionaban los derechos más vulnerados en sus territorios. Nosotros como profesionales teníamos una idea de los derechos que iban a elegir los jóvenes, pensamos que iban a decir “no tenemos trabajo”, no tenemos escuela”. Sin embargo, históricamente en todos los territorios donde trabajamos, los jóvenes siempre elegían el derecho a no ser discriminados. Nos llamaba poderosamente la atención porque es un derecho que se elije por la negativa: derecho a NO ser discriminados.

  • ¿Qué dice la sociedad sobre los jóvenes?

    En la vivencia de los jóvenes, se sienten discriminados por la calidad de ser jóvenes y eso les impide el acceso a otros derechos.

    En función de eso, hicimos un monitoreo de derechos en sus territorios donde analizábamos qué visión tienen de los jóvenes los medios de comunicación, qué espacios de participación encuentran ellos en sus barrios. Y luego, ellos mismos diseñaron acciones de exigibilidad para ese derecho.

    En este caso, la perspectiva de la Educación Popular nos permitió corrernos y, a los chicos, nos permitió empoderarse de su ciudadanía.

    Los jóvenes, cuando hacían el monitoreo, se sorprendían con lo que encontraban y decían: “nunca pensé que los jóvenes éramos considerados como algo tan descartable.” “Ni los periódicos ni las instituciones de nuestros barrios entienden que, más que culpables, somos la principales víctimas de la discriminación”

    Ante esto, los jóvenes planteaban: “gran parte de lo negativo se nos atribuye a nosotros, pero qué pasaría si mediante el trabajo por la senda de los derechos, se nos atribuye un rol de constructores de sociedad”. En función de esta pregunta, diseñaron acciones.

  • Protagonismo juvenil:

    Esto está vinculado a los procesos de investigación que impulsamos desde la Fundación, y que de alguna manera enmarcan la intención de realizar este Foro para analizar nuestras propias prácticas, discutir sobre eso y generar conocimientos.

    Entre las acciones propuestas, los jóvenes quisieron hacer grafitis. El mensaje fue consensuado: “Oíd mortales el grito de nuestros Derechos”, parafraseando nuestro himno nacional. A partir de eso hicieron pintadas callejeras.

    Un aspecto relacionado a este trabajo con los jóvenes es la intersectorialidad. La idea es sumar actores que puedan atender esta demanda que los jóvenes están expresando. En algunos territorios, por ejemplos, entre las acciones diseñadas, los jóvenes interpelaron a miembros del Ministerio de Educación: hicieron una carta, juntaron firmas, y llevaron esa carta para reclamar que en sus barrios no había escuelas. Los jóvenes entendían que los gobiernos tienen que involucrarse con lo que ellos consideraban como sus principales problemas.

    Por otro lado, este trabajo buscaba fomentar el protagonismo juvenil, un objetivo transversal de la Fundación que busca que los jóvenes puedan identificar y jerarquizar sus problemas, y desde ese lugar consolidar el liderazgo juvenil. En este sentido nosotros tenemos una gran alegría, porque muchos de los jóvenes que han pasado por estos talleres luego ingresaron a la Universidad o han continuado su tarea como líderes barriales. 

  • Nuestra tarea:

    "Cuando desarrollamos conciencia, desarrollamos protagonismo. Eso es lo que queda de nuestro trabajo cuando pasan los años. Tal vez no podemos  cambiar las condiciones de vida, pero generamos protagonismo juvenil  y  empoderamiento de la palabra. En los encuentros de Derechos los jóvenes discutieron cuál era la imagen que se tenía de ellos en la sociedad; y surgió una frase que luego se popularizó a tal punto que fue la bandera política de un gran movimiento social acá en Argentina. Los chicos empezaron a decir: “No somos peligrosos, estamos en peligro”.